lunes, 12 de diciembre de 2011

Que si son grandes me pierdo, y luego nunca se volver.


¿Sabes? He descubierto tu secreto. Ya sé que te escondes, que has escondido tu  olor y tu risa detrás de mi miedo, y que no permites que vea tu mirada hasta que salga el sol. Has apagado las luces, la luna y hasta el ruido de tu respiración; pero tu presencia merodea por los rincones cantando al son del tic tac del tiempo. En el fondo siempre ha sido así, nunca te has ido más lejos que el olvido, ni que el cielo, ni siquiera más lejos de donde yo alcanzo a sentir. Siempre apoyando tu miedo en mi espalda, atando un pequeño lazo a mi muñeca, murmurando ilusiones a altas horas de la noche. Y confieso a la oscuridad en la que se pierde tu mirada que me gusta, la idea de no olvidarte, de recordar tu calor por siempre, de que mi corazón tenga que parar de latir para poder oír esos pequeños te quieros que susurra tu alma. Me gusta buscar entre la oscuridad los sueños que tienes y que escondes para que no te los roben, y descubrirlos y gritar en medio de la noche que conozco tus rincones, y tus arrugas y tus cicatrices, y la forma en la que miras, por mucho que no te este viendo. Me gusta sentir que estas ahí, caminando a mi lado, que no te acercas más porque temes ahogarme, pero que juegas entre los espacios de mis manos, y que a veces te acercas hasta mi oído aunque luego no consigas sacar nada más que un suspiro ahogado, y que me miras cuando sueño y que no duermes sin recordar el ultimo sabor de mis labios. Me gusta sentirte, me gusta quererte a oscuras, sintiendo que estas ahí aunque no pueda verte. Ven, acércate, no veo más que negro pero siento el calor de tu mano en mi espalda, y el sonido de tu respiración cerca de mi cuello, siento tus brazos que me protegen, y el olor de tu pelo comienza a invadirme. También puedo sentir los recuerdos que contaminan la oscuridad. Ven, dame la mano, por fin tus dedos, por fin tu piel, por fin la luz, por fin tú.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

La frontera entre siempre o jamás



-¿Y tu quien eres?


-Yo soy el nuevo. El que te resulta extraño, y cuyos ojos no habías visto antes. Tengo una mirada bonita, siempre me lo han dicho, y aunque ahora estés enamorada de otra, prometo que te mirare de tal forma que te olvidaras de todo lo demás. Solo se tu nombre, y no conozco tus gustos, ni tu vida y mucho menos aquello con lo que sueñas. Me parece que tendremos en común el afán por ilusionarnos. Canto en ingles y nunca miro desafiando. No soy directo, y siempre beso con los ojos cerrados. Te aviso de que al principio tus dedos no encajaran perfectamente entre mis manos, y que todavía no se el sonido que tiene tu voz en formato susurro, ni tu risa, ni tus gemidos. No vengo a contar historias, vengo a crearlas. Mis caricias no tienen nada que duelan, ni que recuerden, están limpias, son puras, ni siquiera saben aun como moverse ante tu piel. Y lo siento, pero aquí no se ve ninguna estrella por la noche, échale la culpa a la contaminación. Nuestros cuerpos aun no se ponen de acuerdo en el lado al que girar, y no sé cuando mirarte a los ojos para convencerte de algo, ni cuando reflejan que vas a llorar. El espacio no es demasiado grande, lose, pero mi corazón tiene que caber en el pecho. Porque además, te informo de que vengo sin manual de instrucciones, me lance aquí con lo puesto, llegue tirando la puerta, y quisiera quedarme, aunque se que lo digo sin ningún derecho. En muchas ocasiones no sabré que hacer, empezando en este mismo instante. Estoy perdido, se que llego en mal momento, que quizás me resbale con las lagrimas y con el desorden que puedo apreciar en tu mirada mientras te cuento esto, pero vengo con ganas de aprender.  Y sé que no conoces nada de mí,  que no es fácil adaptarse a otra forma de querer, que no es ni mejor ni peor, simplemente distinta. Pero es algo nuevo, y no quisiera que empezaras por rendirte. Yo te prometo que no te prometeré nada. Las prohibiciones las dejamos al gobierno, y las leyes y las penas de muerte. Las lagrimas que se queden en el mar de momento, y cuando vayamos a la playa y ya hayamos dicho el primer te quiero, las cogemos. Las risas en paquetes pequeños, las dosis adecuadas, y en el justo momento. Las besos los que quieras, los que me pidas, y los que me pidan mis labios. No hay tiempo, el reloj se rompió, y el camino es muy largo, no se acaba hasta que no caigamos, aunque si caemos demasiado pronto quizás fue que nos equivocamos. Nada de esfuerzos, hablemos mejor de altos vuelos, eso si que te lo prometo. Dame tu lista de sueños, que quiero cumplir unos pocos. No tengo planes, no he hecho guiones, porque no quiero romperlos y tirarlos a volar, así que ahora te toca a ti.


-Bueno… pues bienvenido. Me has pillado con todo revuelto, pero algo podremos hacer.

martes, 4 de octubre de 2011

"Que si apagas la luna me pierdo, me caigo." Te dije.



No quedaban palabras, las habían gastado todas. Se atranca el tiempo, y los sentimientos se ahogan en un mar de lagrimas que luchan por salir. Miradas perdidas, corazones protegidos, pupilas inundadas y  manos que no se tocan por miedo a caer. Llora, no recuerda la razón por la que lo hace, quizás simplemente porque las lagrimas vencieron la batalla, quizás haya algo más, pero hace ya mucho tiempo que creyó haber olvidado la razón de ese llanto. Y ella permanece de pie, como siempre, con la mirada fija en la vida, esperando algo que probablemente hace mucho tiempo debió dejar de buscar. No fue suficiente, nunca nada había sido suficiente entre ellos. Perdidos en la nada, cayendo al vacio al que ellos mismos se lanzaron de la mano. Y ahora todo está roto, amor roto por toda la habitación, esparcido por el suelo, estampado en la pared. No se rompe, nunca lo hace, huye por un tiempo, pero vuelve a respirar, como si no hubiera pasado nada, sin heridas, sin cicatrices, sin rencor.  Vuelve a mirarle, sus ojos lloran, pero no hay nada más detrás, sus lágrimas no pesan, ni siquiera duelen, o eso parece al resto del mundo. Se cansó de la oscuridad, de creer en algo que no podía ver, de los ojos que no miran fijamente, y de la luna que cada noche se escondía por temor a perder. Sabía que en el vacío, detrás del túnel que parecía ser su mirada había un mundo, sabía cómo detrás de esas lagrimas que parecían ser ligeras como una pluma que acaricia había dolor… pero acabó perdida, por querer como si todo fueran noches oscuras, sin ni siquiera un pequeño reflejo de luz, se perdió mientras buscaba a tientas por la noches las promesas que le hizo. Cayendo al precipicio, libre de condena por no saber amar bien, -quizás-, sacando de ella las fuerzas que empleó para hacerle llorar, olvidando mundos que se resumieron a cientos de papeles desgarrados que volaron al fin. El mundo no se derrumbó, no lo hará por ellos- piensa-, el amor los perseguirá, y si el huía a ella también le tocaría correr, la última mirada no iba a ser suficiente, nunca lo fue, y hoy no iba a ser menos. Caerían, aunque el mundo no lo hiciera ellos caerían tarde o temprano, en su propio precipicio, para siempre, con amor o sin él.

-Tú guardas en el alma, bajo llave, lo que sientes.

-Tú rompes con palabras que desgarran como dientes.



miércoles, 28 de septiembre de 2011

Perdí las llaves del tiempo


Páginas en blanco, páginas llenas de silencio, bolis que no saben dónde ir y que cabalgan perdidos entre frases sin sentido que poco a poco querrán morir. La verdad no existe, lo cierto se esfumó, y lo que yo siento ni siquiera quiere salir. ¡Se escondió! Como si tuviera miedo, como si alguien fuera a llevárselo… Solo oigo sus gritos que retumban en mi cabeza y que ni siquiera llego a entender. El mundo corrió demasiado,¡yo ya lo avisé!, y poco a poco, gota tras gota perdimos todo, rayo de sol tras rayo de sol se fue quemando aquello que escribimos. Todo aquello que parecía que habíamos creado, el esfuerzo que hicimos por volver de nuevo a nuestro final y continuar, las miradas que miraban distinto, las manos que acariciaban con más temor a perder, todo desapareció. Quisiste venir para siempre, y el siempre que escuché como susurrabas en mi oído, se esfumó como nunca antes lo había hecho. Parece como si todo hubiera volado con el tiempo. Parecen mis pensamientos los únicos en este mundo que recuerdan algo parecido, ¡quizás estén locos! Si es así, puede que lo mejor sea encerrarlos. Y es que los testigos se esfumaron, o quizás nunca los hubo… Quizás solo fue un destello en el vacio infinito del universo.

Además, viajaban bajo los efectos de la ilusión...

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Me perdí en mi universo ¿y tú?



La noria vuelve a girar, como cada noche, como cada final. El mundo gira, ya ha llegado la hora, ya ha comenzado. ¿Qué pasa si hoy yo decido quedarme quieta? ¿Qué ocurre si hoy no subo a la noria de la vida y me quedo mirando las estrellas? No es un misterio ni una ilusión, todo el mundo conoce al tiempo, y el juego que se trae con los humanos.  Corre demasiado, o quizás decide por un momento ir más despacio. Cuando piensas que te has acostumbrado, cuando sabes que pasará deprisa, y que no puede correr más, asombrosamente lo hace, ¿Cómo? Ya he dicho que es un misterio. Pero hoy, esta noche, yo me quedo aquí. Por siempre, viendo el mundo desde abajo, contando las estrellas que iluminan cada una de sus noches, recordando una y otra vez aquel tiempo ya pasado sin el temor de olvidarme del presente. Porque no puedes prometer que mañana volverás a estar aquí, porque tampoco estas esta noche, pero hoy está más cerca del ayer, cuando no nos acordábamos del mañana.
Como si fuera verdad que te puedo olvidar en momentos determinados.



lunes, 19 de septiembre de 2011

Uma flor brilhando a luz do sol


Siempre es un ahora que no acabará nunca, un final que murió nada más comenzar, es un jamás   muerto, como la inmensidad infinita del mar. Siempre es un nunca enterrado en vida, un cada día que crece sin descanso, un habitualmente insistente. Siempre es un sí que no acaba nunca, yo te doy mi sí, para siempre.

lunes, 12 de septiembre de 2011

Fue tan fácil





-Te quiero


-¿Para siempre?


-Te quiero, y el amor es para siempre.


Las cosas se acaban, cada día, a cada hora. La vida se acaba, el tiempo se acaba, los botes de mermelada también se acaban. Todo se acaba tarde o temprano; de noche o de dia; cuando quieres o de repente… todo se acaba. Hay que estar preparado para que no lo eches en falta demasiado, porque tarde o temprano se acabara. Las amistades se acaban, los programas de televisión también se acaban, el amor… ¡no el amor no! Todo se acaba, todo menos el amor. El amor es para siempre, dure mucho o dure poco el amor nunca muere. Podrás odiar que el odio no acabará con aquello que amaste, podrás llorar que ni todas las lagrimas que puedan salir de tus ojos podrán ahogar al amor que sentiste, podrás olvidar… no, si amaste no podrás olvidar. Por eso hoy te digo te quiero, te quiero pero se que mañana quizás salgamos escaldados de esto que tenemos, quizás mañana volemos y todo se desvanezca, quizás mañana todo muera: el cariño, los recuerdos, las miradas… pero el amor, el amor no morirá. El amor crece, y lo hace de una manera extraña, no crece de menos a más amor; sino que crece y madura. Amor que ilusiona, amor que enamora, amor que odia, amor que llora, amor que quiere, y finalmente, con el tiempo, con la distancia, cuando las llamas se apagan finalmente, cuando limpiamos las cenizas, cuando el cielo vuelve a su lugar, cuando el mar junto con las estrellas cesan de llorar pasa a ser simplemente amor.

domingo, 11 de septiembre de 2011

Deja la puerta abierta



Colecciono sobres que un día llevaron palabras, abrazos rotos que quizás puedan volver a dar cariño y melodías perdidas que viven con el deseo de ser cantadas. Caminos equivocados que volvieron sobre sus pasos, creencias que resultaron ser ciertas y sueños que no se cumplieron por arte de magia. El mundo también se equivoca, como canta la quinta estación; la vida es la perfección mas imperfecta que jamás ha existido, y nuestro camino está todavía sin hacer, solo lo componen senderos de tierra, ideas que vuelan y sueños que queremos hacer realidad.

martes, 6 de septiembre de 2011

Quizás sea verdad eso que dicen de que todo lo que nace se apaga.





Ahí te dejo las ilusiones que conseguiste crear en mí, todos los sueños que tenía y que tu cumpliste, y algunas de las estrellas fugaces que se acercaron hasta nosotros aquella noche y que yo misma me encargué de perseguir para que hoy las tengas aquí. Ahí tienes recogida toda la luz que desprendía mi sonrisa, junto con una foto del brillo de mis ojos, que se volvieron más verdes ¡y que brillaron! Toma mis mañanas con resaca de tus manos, y también te regalo las noches que me dormí pensando en tus labios mientras la almohada coleccionada los sueños en los que aparecías; también te los dejo aquí… Hay incluso un manuscrito con todo lo que nos dijimos; porque las palabras se las lleva el viento, y yo tengo miedo de él. Todos los lugares que visitamos, e incluso aquellos que todavía nadie nos ha mostrado pero que esperan ansiosos nuestra llegada. Coge también las lunas llenas, esas que le hacían competencia al sol; y una muestra del aire cuando aun no olía a final. Escucha de nuevo aquella canción, y otra vez, y una vez más; escuchala cada vez que sientas que la olvidas, escúchala cuando sientas que me voy. Sera como mi disfraz. Ahí lo tienes todo, todo para tí, quédatelo y cuídalo. No lo escondas detrás del miedo, tampoco lo eches al aire y lo dejes volar porque se perderá, y entonces, irremediablemente irás poco a poco olvidando mi melodía… poco a poco olvidando mi canción...