miércoles, 28 de septiembre de 2011

Perdí las llaves del tiempo


Páginas en blanco, páginas llenas de silencio, bolis que no saben dónde ir y que cabalgan perdidos entre frases sin sentido que poco a poco querrán morir. La verdad no existe, lo cierto se esfumó, y lo que yo siento ni siquiera quiere salir. ¡Se escondió! Como si tuviera miedo, como si alguien fuera a llevárselo… Solo oigo sus gritos que retumban en mi cabeza y que ni siquiera llego a entender. El mundo corrió demasiado,¡yo ya lo avisé!, y poco a poco, gota tras gota perdimos todo, rayo de sol tras rayo de sol se fue quemando aquello que escribimos. Todo aquello que parecía que habíamos creado, el esfuerzo que hicimos por volver de nuevo a nuestro final y continuar, las miradas que miraban distinto, las manos que acariciaban con más temor a perder, todo desapareció. Quisiste venir para siempre, y el siempre que escuché como susurrabas en mi oído, se esfumó como nunca antes lo había hecho. Parece como si todo hubiera volado con el tiempo. Parecen mis pensamientos los únicos en este mundo que recuerdan algo parecido, ¡quizás estén locos! Si es así, puede que lo mejor sea encerrarlos. Y es que los testigos se esfumaron, o quizás nunca los hubo… Quizás solo fue un destello en el vacio infinito del universo.

Además, viajaban bajo los efectos de la ilusión...

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