lunes, 12 de septiembre de 2011

Fue tan fácil





-Te quiero


-¿Para siempre?


-Te quiero, y el amor es para siempre.


Las cosas se acaban, cada día, a cada hora. La vida se acaba, el tiempo se acaba, los botes de mermelada también se acaban. Todo se acaba tarde o temprano; de noche o de dia; cuando quieres o de repente… todo se acaba. Hay que estar preparado para que no lo eches en falta demasiado, porque tarde o temprano se acabara. Las amistades se acaban, los programas de televisión también se acaban, el amor… ¡no el amor no! Todo se acaba, todo menos el amor. El amor es para siempre, dure mucho o dure poco el amor nunca muere. Podrás odiar que el odio no acabará con aquello que amaste, podrás llorar que ni todas las lagrimas que puedan salir de tus ojos podrán ahogar al amor que sentiste, podrás olvidar… no, si amaste no podrás olvidar. Por eso hoy te digo te quiero, te quiero pero se que mañana quizás salgamos escaldados de esto que tenemos, quizás mañana volemos y todo se desvanezca, quizás mañana todo muera: el cariño, los recuerdos, las miradas… pero el amor, el amor no morirá. El amor crece, y lo hace de una manera extraña, no crece de menos a más amor; sino que crece y madura. Amor que ilusiona, amor que enamora, amor que odia, amor que llora, amor que quiere, y finalmente, con el tiempo, con la distancia, cuando las llamas se apagan finalmente, cuando limpiamos las cenizas, cuando el cielo vuelve a su lugar, cuando el mar junto con las estrellas cesan de llorar pasa a ser simplemente amor.

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